La musicoterapia es un proceso sistemático de intervención en donde el terapeuta ayuda al usuario a conseguir llegar a la salud, utilizando experiencias musicales y las relaciones que evolucionan por medio de ellas como fuerzas dinámicas de cambio (Kennet Bruscia).
La terapia de grupo es la utilización de técnicas terapéuticas a un grupo de pacientes, por parte de un terapeuta cualificado, en donde la interacción interpersonal sirve como instrumento de cambio en la salud mental y calidad de vida de los miembros del grupo. Se considera que para un desarrollo psicológico humano normal es fundamental que existan una serie de relaciones interpersonales en donde la personalidad y los patrones de comportamiento se pueden considerar como resultado de las primeras relaciones interpersonales significativas.
Es importante que los miembros de un grupo aprendan a manejar sus emociones relativas a sus gustos, aversiones, diferencias, envidias, timidez, agresión, miedo, atracción y competitividad. Esto tiene que tener lugar bajo la observación del grupo con un cuidadoso liderazgo terapéutico en donde los miembros dan y reciben feedback de las diversas interacciones.
En cuanto a las intervenciones que el musicoterapeuta ofrece, se plantean todas de manera grupal ya que se considera muy importante participar con un grupo diverso para lograr factores terapéuticos como son la cohesión, el reconocimiento de fortalezas, brindar apoyo e información pertinente a problemáticas y también para llegar cuando sea necesario a la catarsis colectiva a través de la música.